El Rifle Pandolfi y un tiro para el lado de la música

Cambió botines por micrófono y sigue a full con su banda "Mil hormigas". De su pasado en Vélez y Boca, prefiere ni hablar.

Por Luz Zalacain

 

“Ya fue, yo jugué al futbol pero no era lo que siempre quise hacer, yo quería tocar y siempre estaba eso en mi. Hasta que un día me cansé y dije ’basta, no juego más’” ,dice el ahora  frontman de la banda Mil Hormigas, antes campeón del mundo con Boca y Vélez: Fernando “Rifle” Pandolfi. “No queremos aparecer de un día para el otro sonando en la radio, queremos ir de abajo, despacio”, rehúsa de usar su “fama” para crecer en el mundo de la música.

Quizá el plantel súper rockero del Vélez del ’94 tenga algo que ver en el cambio de Pandolfi: Cada vez que hacia un gol, Carlos “El Lobo” Cordone mostraba su remera de Viejas Locas, José “Turu” Flores –según cuentan- era un experto violero, Christian Bassedas siempre mostraba su costado rocker y el Rifle completaba la lista, siempre cerca de la música.

Sensaciones. En eso pensaban cuando dieron nombre a su banda. Miedos, felicidad, excitación, ansiedad, angustia, alegría, como tener mil hormigas en el cuerpo. Y ahí estaba el nombre que los llevaría a formar este cuarteto de rock que hoy ya esta presentando su segundo disco, “El lenguaje de las arterias”, luego de que “De tierras, torres y turros” tuviera una muy buena llegada dentro del ambiente.

Encabezados por Pandolfi en la voz,  y seguido por Diego Módica en batería, Fran Aguilar en guitarras y Martín Sesar en bajo, recorren de a poco el interior del país y Capital Federal, y se hicieron  muy fuertes en el Gran Buenos Aires, más precisamente en Hurlingham, donde ya son de la casa.

Apoyados por Pity Fernández, guitarrista de Los Piojos, con quien tienen una estrecha relación, fueron saliendo las canciones, los arreglos y le dieron forma a la banda en su sala de ensayo de Santos Lugares.

Ya tienen un público seguidor bien fiel; incluso algunos viajaron a Uruguay para verlos tocar a finales de 2008. Y están seguros de haberse ganado su lugar solos, “sin necesidad de tener que ir a un programa deportivo a tocar solo porque jugué en Vélez”, asegura el Rifle.


Pisando fuerte, marcando territorio y armando su propio camino va Mil Hormigas por la senda del rock.  Quien alguna vez vio a Pandolfi con la camiseta puesta debería escuchar a Mil Hormigas: da lo máximo y disfruta del rock, como alguna vez saboreó ver golpear la pelota contra la red.

 

Fotos: Guillermo Zanetto

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